lunes, 21 de diciembre de 2009

ANIBAL NUÑEZ


















Sobre la efímera existencia
de la amapola roja ha sido dicho
todo, de las hormigas
doctas palabras se han escrito
describiendo su vida laboriosa
su acarreo previsor de provisiones
para el amargo inverno
mil tratados
de geología y botánica registran
los nombres de las piedras y las inflorescencias
(la más pequeña hierba está clasificada)

nada, pues, tengo que decir
de todo lo que veo, aunque me es fácil
levantar la cabeza, ergirme, distinguir
al fondo del paisaje -abandonando
mi siesta pastoril- el desolado y alto
muro de la prisión
y no escribir en él y sobre él
una palabra sola: libertad.

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